jueves, 11 de agosto de 2011

Una hora ¿son sesenta minutos?

A todos nos ha pasado alguna vez que estamos pasándonoslo muy bien o estamos entretenidos haciendo algo y antes de que nos demos cuenta el tiempo se nos ha esfumado y no sabemos cómo lo que a nosotros nos ha parecido nada ha sido muchísimo más tiempo y al contrario que estando aburridos haciendo algo que no nos gusta el tiempo se nos hace eterno y un minuto parece un siglo, pero entonces ¿el tiempo pasa tal y como se supone que pasa y somos nosotros los que lo percibimos diferente o el tiempo dura más o menos sin tener nada que ver con nosotros?
Obviamente todos sabemos que lo que cambia es nuestra percepción del tiempo no su duración, pero aunque lo sepamos no somos capaces de controlarlo ya que cuando estamos bien el tiempo sigue volando y cuando estamos aburridos no paramos de mirar el reloj cada cinco minutos aunque hagamos el esfuerzo de no mirarlo en lo que a nosotros nos parece mucho tiempo.
Ayer ya conté mi técnica para que el tiempo se me pase más rápido pero la verdad es que por mucho que lo intente y busque la forma no consigo que cuando me lo estoy pasando bien el tiempo vaya a la misma velocidad que cuando me estoy muriendo del aburrimiento o al menos al ritmo del tiempo normal; es una misión imposible cuando estás disfrutando algo en algún lugar de tu cerebro se pulsa un botón que acelera el tiempo hasta el momento en el que lo bueno se acaba.
Este suceso tiene hasta una regla que todos conocemos a la perfección: cuánto mejor te lo estés pasando más rápido se te pasará el tiempo y viceversa cuánto más aburrido estés más lento se moverán las agujas del reloj y esta ley se cumple siempre inexorablemente sin importar lo mucho que luches contra ello o incluso que finjas que te aburres para que el tiempo no vaya a toda velocidad.
Al reflexionar sobre este tema me planteo: si yo pudiese escojer la velocidad de mi tiempo pero sólo pudiese elegir entre que todo mi tiempo fuese lento o todo rápido ¿que escogería? Esta pregunta es bastante complicada ya que si escogiese rápido aunque lo malo pasase rápido y no fuese tan terrible lo bueno también pasaría rápido y antes de darnos cuenta se nos habría terminado la vida, pero al elegir lento a pesar de que los momentos buenos durarían mucho los malos también y probablemente lo momentos buenos durarían mucho los malos también probablemente los momentos buenos no compensarían lo horribles que serían los malos en ese caso.
¿Y si la duración del tiempo funcionase al revés y los momentos de aburrimiento pasasen rápido y los buenos fuesen lentos? En teoría sería el mundo ideal ya que lo malo no duraría y lo bueno pasaría despacio para poder disfrutarlo al máximo. Pero todos hemos oído eso de "lo bueno si breve, dos veces bueno" entonces que el tiempo pasase lento le restaría calidad a lo bueno y ya no lo disfrutaríamos tanto. Así que supongo que no podemos hacer nada ya que ya estamos en la situación perfecta aunque no lo queramos aceptar.
Espero que este tiempo se te haya pasado volando como a mí al escribirlo, muchas gracias por leer y espero que te pases por aquí mañana.

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