Por el título podréis deducir que esta entrada va a ser otra más en la que doy escusas sobre por qué no cumplo mis objetivos del blog, pero no quiero aburriros con lo mismo por enésima vez; quiero analizar cual es mi problema y cómo puedo solucionarlo y compartir con vosotros el proceso mental que sigo por si os puede servir de ayuda en algún aspecto de vuestra vida.
Para empezar me planteo los motivos por los que empecé este blog que son: me gusta escribir, hay consejos para los que no me planteo hacer un vídeo por ser demasiado cortos o porque no hace falta y porque no quería que los vídeos durasen demasiado porque a quienes los ven no les gusta estar tanto tiempo escuchandome dar consejos. Ninguna de mis motivaciones ha cambiado desde que empecé pero parece que no son suficiente para mantener mi nivel de motivación igualado al nivel de esfuerzo que me lleva escribir y publicar las entradas. Entonces ¿qué ha cambiado?
También pienso en que me gusta escribir sobre cualquier cosa y con diferentes estilos; es una forma estupenda para mí de relajarme y de poner mi mente en orden. Podría considerar mi desmotivación debido a que alguien me hubiese dejado algún comentario negativo; pero no sólo esto no es así si no que los pocos comentarios que he recibido desde que escribo este blog han sido todos positivos así que esto tampoco es el motivo por el que no publico tanto como quiero.
La mayor parte de mis entradas son añadiendo información a mis vídeos pero tengo muchos vídeos publicados en el canal a los que he dejado huérfanos de entrada y no es porque no tenga tiempo o porque no pueda ya que estoy sentada delante del ordenador y puedo simplemente ponerme y hacerlo en un momentito. Otro sospechoso eliminado de la lista de razones para no escribir más a menudo.
Antes he mencionado el esfuerzo que me lleva escribir y publicar una entrada en el blog. Al principio tenía sentido porque necesitaba escribirlas primero a mano y luego pasarlas al ordenador pero con el paso del tiempo me he ido acostumbrando a escribir directamente en el ordenador por lo que me lleva mucho menos tiempo e incluso he aprendido algunas técnicas y trucos que lo hacen incluso más sencillo por lo que el esfuerzo tampoco debería ser un problema para mí.
He mencionado alguna vez que la inspiración también es un problema para mí porque la creatividad no es uno de mis puntos fuertes y si conocéis mi blog os daréis cuenta de que me repito bastante, incluso esta entrada seguramente os parezca repetitiva, pero en otra entrada prometí que no me autocensuraría y que publicaría cualquier cosa que me diese la gana y lo he estado intentando de verdad.
Llegados a este punto, donde he eliminado cualquier motivo para no cumplir con mi deseo de escribir una entrada en el blog diaria, debería tener claro que voy a escribir todos los días y voy a mejorar muchísimo y que todo va a cambiar... pero entonces la oigo, esa voz en el fondo de mi cabeza que sabe lo que decir para impedir que avance, que me convence para que elija siempre el camino fácil y evite cualquier esfuerzo: LA PEREZA!
Hoy ha sido uno de esos raros días en los que he conseguido acallarla durante un rato pero no siempre funciona y la mayor parte de los días vence en alguna batalla y la del blog parece que es una guerra que tiene completamente ganada y que a veces yo decido volver a luchar pero me gana de un solo zarpazo.
No pienso hacer ninguna promesa puesto que llevo casi 25 años enfrentándome a ella, consciente o inconscientemente, y aún parece que ahora empiezo conocerla lo suficiente como para encontrar formas de evitarla un rato por lo que no se lo que pasará en el futuro.
Necesito vuestra ayuda, ¿como vencéis vosotros a la pereza?
Espero haberos ayudado. Si tenéis alguna duda, petición, crítica, idea o lo que sea me podéis dejar un comentario aquí, en mi canal: Iria te ayuda, en mi twitter: @Iriateayuda, en mi facebook: Iria te ayuda o si lo preferís podéis enviarme un correo a: iriamuch@gmail.com. Si os ha gustado y queréis leer más entradas como esta seguidme. Muchas gracias por leer y hasta mañana.
Hola Iria. Hay tantas razones para la pereza (que me da pereza decirlas). Generalmente es la voz sobre-protectora de la mente que nos dice "estamos bien así, para que nos vamos a incomodar?". Quizá la respuesta a esa pregunta nos la de la motivación. Hace poco leí un consejo (que no he aplicado a rajatabla...sí la pereza), de que primero hay que tomar acción, luego obtienes un resultado, el resultado de motiva y eso te lleva a tomar una nueva acción. Es como un circulo vicioso pero positivo. Te dejo la inquietud
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